Sánchez Otero: “Chávez rescató al socialismo de ser una mala palabra”

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RAÚL CASAL | El golpe se veía venir y, sin embargo, “nadie estaba preparado”, reflexiona el ex embajador cubano Germán Sánchez Otero, hoy de vuelta en Venezuela para presentar su libro sobre el golpe de Estado perpetrado en 2002: Abril sin censura.

Raúl Casal – Página 12

Sánchez Otero permaneció en el país como embajador de Cuba entre 1994 y 2009, tiempo suficiente para conocer la cultura, pero sobre todo, la historia venezolana. Licenciado en Sociología, profesor de Filosofía e Historia en la Universidad de La Habana y en la Católica de Chile –cuando el gobierno de Salvador Allende–, mantiene siempre una conversación amena, con un hablar pausado.

Cuando triunfó la Revolución Cubana contaba con 13 años de edad y dos años después formaba parte de las brigadas alfabetizadoras. Buena parte de su vida está relatado en su novela El año de todos los sueños (2011). “Lo que más me interesa en este momento es escribir”, dice con insistencia, como si el tiempo no le alcanzara, que combina con su trabajo cotidiano como funcionario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba. También escribió –por insistencia de Fidel Castro– su testimonio sobre la operación humanitaria implementada para recibir de manos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) a dos secuestradas y un niño: Transparencia de Emmanuel (2008).

Nombra constantemente a Fidel y a Hugo Chávez en la conversación. Su cercanía y contacto directo con ambos comandantes durante los días del golpe de Estado, lo hacen un testigo de excepción de aquellos momentos cruciales en la historia contemporánea, narrados con detalle en Abril sin censura.

AGRESIÓN A LA EMBAJADA

A las 8:00 de la mañana del 12 de abril –comienza la cronología de la agresión a la Embajada de su país– recibe la llamada de un conocido terrorista de origen cubano: «Soy Salvador Romaní, y me dirijo hacia la embajada a tomarla con un grupo de personas». Con esta sentencia, escribe en Abril sin censura, “comienza la hora cero del plan fascista contra Cuba, sincronizado y coordinado por los jefes de Romaní en Miami (EEUU) con sus contrapartes de Venezuela”. Sánchez Otero solicita que se comuniquen con la Policía de Baruta para que custodie la Embajada, urgentemente. Luego llama al alcalde de Baruta, pero nunca le responde. Éste aparece en horas de la tarde, después que los vehículos diplomáticos habían sido destrozados, cortadas ya el agua y la luz de la sede.

El alcalde Capriles Radonski, junto con su homólogo de Chacao, Leopoldo López –ambos del partido Primero Justicia (PJ)–, estaban ocupados realizando un operativo policíaco para detener al ministro de Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín.

“El asunto es que el alcalde Capriles Radonski no ha admitido que cometió un error”, dice Sánchez Otero sin ánimos de hacer de esto un asunto personal. Tan sólo describe los hechos y señala “lo que son capaces de hacer ciertas personas, pero hay que dejar en claro que dentro de la oposición no todos son fascistas”.

–¿Las embajadas cubanas han sufrido agresiones en otros golpes de Estados?

–En Chile, cuando Augusto Pinochet, tuvimos agresiones, pero no de este tipo, porque allí se respetó el derecho de asilo. Al prinicipio tuvimos un intercambio de disparos con las Fuerzas Armadas, pero luego resguardaron la intalación. También en Grenada, con la invasión gringa, e incluso en Panamá, se respetó el derecho de asilo.

RESTEADO CON CHÁVEZ

–“En la política, lo real es lo que no se ve”, es una frase de Martí que cita en su libro Abril sin censura. ¿Qué es lo que no se está viendo en estos momentos?

–¿Respecto a qué tema?

–¿Hay la posibilidad de un nuevo golpe de Estado en Venezuela?

–No podría adelantar un juicio de valor, sobre todo porque son ustedes los que tienen la información. El presidente Chávez acaba de hablar de una manera muy diáfana sobre esta posibilidad. Y a partir de lo que dijo, evidentemente, hay que encender todas las alarmas. Él siempre ve adelante, más que muchas personas. Creo que cuenta con información necesaria para llegar a esa conclusión, y no se atrevería jamás hacer un planteamiento de esa envergadura sin conocimiento, porque sabe que hay un entramado de conspiraciones. Pero hay que partir de ciertas verdades. El primer eje es que Venezuela es un apetitoso plato: tiene la primera reserva mundial de petróleo, y eso para Estados Unidos sigue siendo una gran prioridad: poder controlar y disponer del hidrocarburo venezolano, especialmente porque sus reservas se están agotando y en territorio estadounidense sólo tienen para una década. El segundo eje es que, 10 años después del golpe, Venezuela es una piedra en el zapato de EEUU, por ser una alternativa, un ejemplo. Su modelo político democrático, auténtico, con un componente fundamental, que es la capacidad de decirle al mundo lo que piensa, y a EEUU, las verdades de frente.

Hace un breve recuento de los logros en los últimos 10 años en Venezuela. Comienza por la erradicación del analfabetismo, la expansión y apoyo que se le ha dado a todas las expresiones culturales, desde el punto de vista financiero y organizativo, y continúa con la cantidad de viviendas que se están construyendo.

“Ya no se trata de que se van a construir algún día, de que hay una intención, sino que ya se le está entregando la llave de sus hogares a la gente y existe el compromiso de que en un año o dos la tendrán los demás. Son realidades. Eso, sin hablar de la salud”. Y hace una pausa en la enumeración para reflexionar sobre la “polarización” en Venezuela:

–Cuando llegué aquí, en lo años 90, encontré a un pueblo desgarrado. La oposición habla de la “polarización” que ha creado el chavismo, pero en realidad eso existía en este país, donde la inmensa mayoría que pasaba hambre y tenía dificultades de todo tipo para vivir, desvergonzadamente oprimida y marginada, incluso de los servicios básicos. Esa es la verdadera polarización.

–Después de esta enumeración de logros, ¿la Revolución Bolivariana tiene alguna amenaza?

–Recuerdo una consigna del pueblo humilde: “¡Con hambre y sin empleo, con Chávez me resteo!”. Te estoy hablando del año 2002, cuando el Gobierno no tenía recursos y no pudo realizar casi nada en dos años de Revolución. Sin embargo, la gente, a pesar de las dificultades, sabía que éstas eran una herencia de la IV República y que no se podían resolver de manera mágica. Ahora, después de 10 años, la gente ha comprobado lo que decía Chávez, que sus palabras no eran politiquería, como las de los políticos en el pasado, sino que eran un compromiso. Si en 2002 se restearon con Chávez, aun teniendo graves dificultades económicas y sociales, qué no va a hacer este pueblo ahora, que además, pasó por la etapa de Abril y logró salir de aquella encrucijada. Porque fue ese pueblo humilde quien rescató a Chávez e impidió que lo asesinaran cuando salió hacia Fuerte Tiuna, y los golpistas comenzaron a temblar cuando aquella gente se avalanzó contra las rejas, y temían que irrumpieran en las instalaciones militares. Este pueblo que tiene la experiencia de Diciembre, que fue una situación mucho más compleja, de unos alcances peores que Abril, y que ha aprendido, con un líder que cada vez es de mayor estatura y lucidez, con esa unidad entre la Fuerza Armada y el pueblo, que se ha probado en momentos tan difíciles, este pueblo puede enfrentar cualquier conspiración.

Recomienda estar alerta ante cualquiera de las conspiraciones, desde las más macabras (magnicidio) hasta las encubiertas. EEUU puede intentar una intervención directa, como lo hizo con Cuba a través de Playa Girón, pero “fueron derrotados y no lo han podido volver a ejecutar por la fortaleza de la revolución cubana y de su pueblo”, analiza el ex embajador. Sin embargo, considera que “ese no podría ser el camino en estos momentos sino a través de una conspiración para desestabilizar al país, como dijo el presidente Chávez (en el Balcón del Pueblo, el 13 de abril)”.

ASIGNATURAS PENDIENTES

–¿A qué se debe que la oposición política mantenga cierto respaldo de la población?

–A la propia naturaleza del proceso político venezolano, que aún mantiene el esquema clásico de la democracia. Al hecho de que lleve consigo el respeto a la propiedad privada sobre los medios de difusión y garantías para que exista un juego de ideas, incluso más allá de lo que podría ser admisible, lo que es utilizado de manera desmedida por los propietarios de esos medios, que han logrado distorsionar la realidad con la utilización de prejuicios entronizados en sectores de la sociedad, especialmente en la clase media. Esta se expresó en esos momentos dramáticos de 2002: gente envenenada por la reiteración de una mentira, llegó a creer que Chávez, nada más y nada menos que Chávez, uno de los hombres más humanistas que existen en este planeta, era un asesino.

Ha oído que una de las asignaturas pendientes de esta revolución es “lograr que una parte significativa de lo que hoy es la base social de la oposición, comprenda que la revolución también es su revolución, porque es de la sociedad venezolana; que también beneficia a buena parte de la clase media, gracias a que ha ensanchado las posibilidades económicas y de consumo”.

–Estos medios de comunicación han utilizado propaganda anticubana para inocular el odio. ¿A qué se debe que haya calado en ciertos sectores de la población?

–Cuando en Cuba triunfa la Revolución, Venezuela se convirtió en una alternativa. Y en plena Guerra Fría, en los años 60 y 70 del siglo XX, y ante el temor de que esa alternativa cubana se pudiera convertir en realidad en otros países, en el caso de Venezuela, Rómulo Betancourt, desde su cargo de Presidente, hizo un esfuerzo sistemático para distorsionar la realidad de Cuba y colocarla siempre como un infierno, un país interventor, que no le permitía a la gente libertad de ninguna índole, que era la antípoda de la felicidad. Eso, dictado desde la dirección gubernamental, los medios de difusión, la instrucción escolar… incluso, para la Fuerza Armada venezolana el enemigo era Cuba, porque supuestamente ésta era la plataforma de la Unión Soviética y era la vía por donde el comunismo iba a penetrar a todo el continente. A partir de allí se genera toda una fobia que es casi algo normal para muchos sectores de la sociedad, como la clase media y la oligarquía. Incluso llegaron a confundir a sectores de las clases populares. Y Chávez, entre otras cosas, logra esclarecerle al pueblo la verdad sobre Cuba por la vía de los hechos, cuando llegan los médicos cubanos a los barrios y conviven con el pueblo más humilde. También cuando viajan a la Isla para operarse de la vista o aprendan a leer y escribir con el método cubano, que le permitió salir del analfabetismo a un millón y medio de personas. El contacto directo de nuestros pueblos le mostró al venezolano otra realidad de Cuba, que fue como si le quitaran una venda de los ojos.

Hay que trabajar “sin sectarismos, con cuidado”, dice Sánchez Otero, porque “estas personas muchas veces no son culpables de pensar así. Son más bien víctimas de quienes, de manera maquiavélica, los utilizan como un mercado. De lo que se trata es de que paulatinamente vayan entendiendo, ya no la Revolución Cubana, sino la Revolución Bolivariana, que no creo que sea una revolución sólo para los humildes, porque también ha beneficiado a millones de personas de la clase media de este país”, afirma sin descartar que la clase oligárquica y financiera también se haya beneficiado económicamente con el desarrollo de la producción nacional.

Para el escritor cubano, “Venezuela se ha convertido en el país con más medios comunitarios per cápita, gracias al ‘abril con censura’ y al ‘diciembre con censura’ de 2002. Y eso es respuesta de la Revolución a la censura y a los grandes medios de difusión privados. Es la búsqueda de la verdad por parte de la población que está, lamentablemente, intoxicada, envenenada por estos medios de comunicación.

SIEMBRA DE SOCIALISMO

–¿El consumo de bienes que hay actualmente en Venezuela es una contradicción con la construcción del socialismo?

–Si la vemos con el cristal clásico de lo que es el socialismo, tendríamos que hacer como los optometristas, que te van cambiando los cristales según tus dificultades para mirar. Con el socialismo sucede algo parecido. Va a depender del cristal con que lo mires, porque hay diversidad de socialismos, según los cristales que utilices para evaluar lo que consideras válido o auténtico. El socialismo es un sistema muy joven. El hecho de que haya fracasado un modelo, no significa que haya fracasado el socialismo como gran avenida histórica. La Revolución de Octubre, a pesar de los errores, se acumularon experiencias, así como en los países asiáticos o en Cuba. En Bolivia, Ecuador y Venezuela, muy particularmente en este último, es una alternativa que está todavía en una fase muy inicial, que convive aún con el sistema capitalista. Por ello, no se puede decir que Venezuela es socialista, pero ha andado un camino que ha avanzado en ese sentido. Todo lo que ha hecho esta revolución, sin duda, es siembra de socialismo.

A finales del siglo XX, recuerda, el socialismo era una “mala palabra”, pero “Chávez rescata el concepto de socialismo y la coloca e identifica como lo que debe ser: la transformación de una sociedad para que sea más humana, más equitativa.”

Toma las palabras de canadiense Michael Lebowitz: “El socialismo no cae del cielo”, para agregar que “hay que inventarlo, crearlo”, antes que construirlo, porque “cuando se habla de ‘construir’, eso significa que hay un proyecto hecho; mientras que al decir ‘crear’, estamos hablando de creatividad, imaginación, de exploración, de ensayo y error. La creación es mucho más colorida y más compleja que la mera construcción de algo que ya está supuestamente prefigurado”.

En la definición de socialismo rescata la tesis del peruano José Carlos Mariátegui: “creación heroica”. “El término ‘heroico’ supone sacrificios, esfuerzos, entrega, pensar en las futuras generaciones, que es lo que ha hecho que Cuba, su pueblo, con todos sus problemas y dificultades, crea en el socialismo, con críticas e insatisfacciones, especialmente cuando se estima que casi ha llegado a la cifra de un millón de millones de dólares el costo de los 53 años de bloqueo”.

–¿Existe ese heroísmo en Venezuela?

–Lo vi nada más y nada menos que hace 10 años, en abril y en diciembre de 2002; también el 4 de febrero de 1992. Incluso, el 27 de febrero de 1989, porque cuando analizas los sucesos de esa fecha, fue un grito de rebeldía de este pueblo. No es que la gente asaltara los comercios, lógicamente ahí había un sector de la población marginada, con dificultades económicas, pero también se sintieron libres de poder de repente, decirle a los pudientes, nosotros también somos capaces de arrancarle a ustedes una parate al menos de lo que durante mucho tiempo nos han arrancado a nosotros. Fue un acto de conciencia de este pueblo y si alguien interpretó muy bien esa rebeldía, Chávez cuando dijo que el 4 de febrero fue la respuesta a lo que el pueblo había exigido el 27F y que, además, había costado centenares de muertos y heridos. Sin duda que el pueblo venezolano es heroico, con una tradición extraordinaria que se remonta a principios del siglo XIX, cuando comenzaron la gran heroicidad de este continente. Lo demuestra todos los días, por que un pueblo que sale a conmemorar el décimo aniversario, cuando rescatan a su Presidente, es porque está dispuesto a cualquier cosa por preservar esta Revolución.

LA CARTA DE NAVEGACIÓN CUBANA

–¿Cómo ha repercutido en la sociedad cubana las nuevas directrices implementadas el año pasado?

–Tenemos una carta de navegación discutida democráticamente por todo el pueblo. Nuestro Partido –que también ha cometido errores, sin duda, los ha enfrentado–, llegó a una fase de madurez, muy creativa, como en ocaciones anteriores, pero esta vez se debatió con toda la nación cubana, con su pueblo, de una manera científica, porque todas las opiniones que se expresaron libremente fueron tomadas en cuenta, se sistematizaron, tuvieron que ser consideradas por los delegados en distintas discusiones después en los municipios, en las provincias. Ese documento que se acordó finalmente que se llama Lineamientos económicos y sociales de la Revolución Cubana traza una perspectiva de política económica de actuación en el campo económico y social.

Germán Sánchez Otero resalta que “estamos en un mundo muy interrelacionado, con muchas complejidades, y las variables se tienen que mover también de acuerdo a factores ajenos de nuestra propia voluntad, a la realidad económica internacional”.

–Se está avanzando a un ritmo pausado, pero muy seguro, con mucha firmeza, sobre todo, que cuando se adopta alguna decisión y se sabe inmediatamente las consecuencias que pueden ser negativas, ya no sólo en lo económico, sino en la mente de la gente, que puede afectar valores socialistas, inmediatamente se reconsideran y se toman las medidas adecuadas porque la economía en socialismo es economía política. Estamos en un momento muy creativo, en un debate abierto entre los científicos sociales sobre una cantidad de problemas. La sociedad cubana no es perfecta, ni es el infierno que nos pintan. Lo que sí está claro es que los aspectos fundamentale del socialismo cubano se han preservado.

EL PAPA EN CUBA

–¿Qué beneficios obtuvieron el Vaticano y Cuba con la reciente visita del Papa a la isla?

–No te podría llevar eso a un balance de contabilidad, en un “debe” y un “haber”. Fue una visita que denota una madurez en las relaciones del Gobierno de Cuba con el Vaticano y una comprensión mutua del espacio que le corresponde jugar a cada quien en la sociedad. Además del respeto y las lógicas que corresponden a la política y a la religión. Creo que no tiene nada que ver esta Iglesia con aquella de los primeros años de la Revolución. Mi generación, cuando veía a un cura, éste no hablaba en cubano, sino en español, y pensaba como un falangista. Esa Iglesia estaba comprometida con los intereses de EEUU y la oligarquía cubana. Ocultaron a asesinos contrarrevolucionarios en sus capillas, montaron la Operación Peter Pan, hicieron cosas que no tienen nada que ver con la doctrina de Cristo y se enfrentaron a un pueblo en revolución. Esta Iglesia, evidentemente, quedó marginada, y el pueblo creyente siguió creyendo; pero, lamentablemente para ellos, dejó de creer en eso que decían que representaban: a Dios en la Tierra. El papa Benedicto XVI visitó a Cuba y el pueblo cubano fue a recibirlo respetuosamente, por su investidura, creyentes y no creyentes. Y entre los creyentes, había católicos y no católicos. Todos éramos cubanos y por eso nos respetamos. Por eso fuimos a presenciar la misa, así como sucedió con el papa Juan Pablo II, porque era un invitado de honor de nuestro país. ¿En qué país del mundo sucede eso?

Fuente: http://www.avn.info.ve/contenido/ch%C3%A1vez-rescat%C3%B3-al-socialismo-ser-una-mala-palabra