¿Quién fue el terrible ‘muftí’ de Jerusalén al que Netanyahu atribuye el Holocausto?

Juan Bosco Martín Algarra-La Información, Madrid
Se llamaba Haj Amin al-Husayni, era un líder palestino y compartió con su coetáneo Adolf Hitler un odio visceral contra los judíos.
El primer ministro Netanyahu ha provocado un escándalo internacional atribuyéndole a él, y no a los nazis, la ideación del Holocausto. Según el primer ministro israelí, el entonces ‘muftí’ de Jerusalén, Amin al-Husayni, instigó la muerte de miles de judíos a manos de los nazis.
¿Que Hitler no fue el arquitecto y máximo responsable del Holocausto? ¿Que la idea de quemar a los judíos provino de un líder islamista y nacionalista palestino? ¿Que los nazis no querían matar a los judíos sino sólo expulsarlos de Europa? Afirmaciones como estas costarían más de un problema legal a quien se atreviera a pronunciarlas en Alemania.
¿Y en Israel?holocausto
De momento allí han levantado una ola de indignación en las redes sociales. Porque el autor de semejantes afirmaciones ha sido el mismo primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.
Así lo ha informado este miércoles el diario ‘Haaretz’. Según el jefe del ejecutivo israelí, fue el muftí de Jerusalén, Haj Amin al-Husayni, quien le propuso a Hitler, en una reunión que tuvo lugar en 1941, que no expulsara a los judíos de Alemania. El muftí quería evitar que llegaran a Palestina, por lo que recomendó a Hitler exterminarlos y quemarlos. Así se ha expresado Netanyahu al respecto en un Congreso Sionista.
¿Quién era Haj Amin al-Husayni?
Este líder nacionalista árabe y palestino nació en Jerusalén a finales del siglo XIX, entre 1893 y 1895. Pertenecía a una de las familias musulmanas más influyentes en Jerusalén. Durante su vida se destacó por un fuerte antisemitismo, que incluyó numerosas persecuciones contra los judíos en tiempos del mandato británico sobre Palestina, al finalizar la Primera Guerra Mundial.
Durante esta guerra, al-Husayni había combatido a en las filas del Imperio Otomano, que resultó derrotado frente a los aliados. Ejerció las labores de soldados y de líder espiritual de las tropas, hasta que fue capturado por los británicos.
Conscientes de su liderazgo espiritual, las fuerzas de ocupación le indultaron en 1921 y le nombraron Gran Muftí de Jerusalén. En la tradición sunní del islam, un muftí ejerce las labores de intérprete de la ‘sharía’ o ley islámica. La palabra ‘muftí’ significa “emisor de una fatua”, esto es, un pronunciamiento legal del islam.
Matanzas de judíos
Su poder creció en 1922 cuando fue elegido presidente del Consejo Supremo Musulmán de Palestina, un cargo de gran autoridad entre los musulmanes. Desde esta posición combatió duramente los proyectos judíos, promovidos desde del sionismo, de crear el estado de Israel en Palestina. Fue el instigador de las matanzas de judíos en 1929 y 1936, y organizó movimientos árabes que luchaban contra los británicos y los primeros colonos judíos que se estaban estableciendo en el territorio.
Aprovechando el auge del antisemitismo en Europa, y para huir de los británicos, se refugió en la Alemania nazi.
Al inicio de la Segunda Guerra Mundial, y tras la invasión alemana de Yugoslavia, utilizó su influencia para promover el reclutamiento de soldados musulmanes bosnios y albaneses, que se integraron en cuerpos de las SS famosos luego por sus masacres contra los partisanos.
Entrevista con Hitler: “Quémelos”
Al-Husayni se entrevistó con Adolf Hitler en noviembre de 1941. Es la reunión a la que hace referencia Netanyahu para afirmar que convenció a Hitler de quemar a los judíos. Según el primer ministro israelí, por aquel entonces Hitler no quería matar a los judíos, sino solo expulsarlos de Europa.
Esto contradice el hecho, señalado por un partido político israelí, de que por aquel entonces ya se habían producido matanzas de miles de judíos durante la invasión de la Unión Soviética.
Siempre según la versión de Netanyahu, Amin al-Husayni temía que los judíos europeos se establecieran en Palestina. Entonces Hitler le preguntó qué hacer con ellos, a los que al-Husayni supuestamente contestó: “Quémelos”.
Arquitecto del holocausto
Aunque esta versión ha sido fuertemente contestada por la misma comunidad israelí, que siempre ha atribuído a Hitler la responsabilidad última del Holocausto, sí es cierto que la historiografía jurídica ha considerado al entonces Muftí de Jerusalén como uno de los “arquitectos del Holocausto”. Le acusan de haber solicitado a los jerarcas nazis que fueran asesinados miles de judíos.
Al terminar la guerra, Amin al-Husayni  trató de huir a Suiza, pero fue capturado por los franceses. Consiguió escapar y llegar a El Cairo en 1946, donde quedó como asilado político al frente del órgano que él mismo había creado durante la ocupación británica para representar a la comunidad árabe, el Alto Comité Árabe.
Aunque tanto los judíos como los yugoslavos exigieron su extradición para juzgarlo como criminal de guerra, los aliados se negaron. Temían las consecuencias que su entrega pudiera suscitar en la comunidad árabe.
Durante su estancia en Egipto, trató de unificar a los países árabes para que atacaran Israel de forma conjunta. Su radicalismo le fue apartando de los centros de poder, y fue perdiendo influencia.
Vivió los últimos años de su vida en el Líbano. Murió en Beirut en 1974. No pudo ser enterrado en Jerusalén, como era su última voluntad. El gobierno israelí lo impidió.
* Publicado en La Información, Madrid